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Esos malditos errores tipográficos…

No os ha pasado que tras enviar una traducción a un cliente, una traducción en la que has hecho un buen trabajo, para la que has hallado buenas soluciones a sus términos y conceptos, y de la cual te sientes muy satisfecho y estás seguro de haberla “clavado”, de pronto, recibes la revisión del cliente y te dicen que han encontrado un par de errores tipográficos. ¿Un par de errores tipográficos? ¡Si pasé el corrector ortográfico y encima hice una última lectura antes de enviarlo! Pues sí, estas cosas pasan, los correctores no son infalibles y al leer el documento, sobre todo si es largo y tienes prisa, se te pueden colar errores. Son errores que dan mucha rabia, porque son evitables y porque dan una mala imagen del traductor y, además, pueden llevar a que dejen de enviarte trabajo. Más vale tener cuidado con ellos.spellchecker

El corrector ortográfico es una herramienta fundamental para un traductor o un escritor. A los que no hemos conseguido dominar el arte de la mecanografía, tenemos los dedos muy gruesos y al teclear apretamos 2 y a veces 3 teclas a la vez, nos es de mucha ayuda, pues cuando levantamos la vista hacia el texto, nos marca en rojo todo lo que hemos escrito mal, y nos ayuda a corregirlo. Pero claro, creer que un texto que el corrector ortográfico ha revisado está exento de errores es falso. Os pongo un ejemplo que me ha ocurrido recientemente. Tenía que escribir la palabras “datos” pero o tecleé “daros” o la función de reconocimiento de texto me la cambió, pero el caso es que donde debía poner “datos” puse “daros”, pero “daros” es una palabra que existe en el diccionario y por tanto el corrector no la considera un error. Como este hay innumerables casos. Por eso, no te fíes del corrector ortográfico, como dije antes, es de mucha ayuda, pero no infalible.

La lectura final del documento traducido es una buena idea, pero habría que hacerla despacio, tomándote tu tiempo. Normalmente estamos presionados por entregas inmediatas y cuando llega la hora de la revisión, la hacemos a toda velocidad, apresurados y, como resultado, al ser el ojo “humano” se nos cuelan muchos errores. Si el documento no es muy largo, la lectura puede ser más eficaz, pero como tengas que leer un documento de 200 o 300 páginas, despídete, o te tomas un par de días para hacer la lectura detenida del documento o se te colarán irremisiblemente esos malditos typos.

¿Cómo evitar los errores tipográficos? Uf, no sé, depende de tantas cosas. Este artículo es el resultado de haberlos cometido y tengo 20 años de experiencia en el oficio. Conviene tener muy presente que puedes haber tecleado mal una palabra, que hay palabras que pueden estar mal pero que el corrector no las detecta, y que si lees deprisa, no te vas a enterar de nada. Si utilizas un programa de tipo CAT, como Trados o similar, recuerda leer bien (y despacio) tanto la frase original como la traducida antes de confirmar y pasar al siguiente segmento. Considera ese momento como si fuera una revisión final en cuanto a ortografía, quizá luego tengas que modificar algún término o concepto, pero, repito, antes de confirmar el segmento que esté perfectamente escrito y traducido. Esto parece obvio, pero a menudo se olvida, normalmente por las prisas. Como he dicho antes, es una pena que un buen trabajo quede empañado por unos errores tipográficos. Dan mucha rabia porque se podían haber evitado. Y si los cometes de forma continuada los clientes te etiquetarán como “descuidado” y acabarán por no mandarte trabajo. Y no están los tiempos como para andarse con tonterías.

Rubén Pedro López

Traductor Freelance: Ing > Esp > Ing Freelance Translator: Eng > Spa > Eng

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