Los traductores autónomos en general nos nutrimos de dos grupos de clientes, los directos, es decir, las empresas que nos contratan directamente para hacerles traducciones, y los indirectos, es decir, las agencias de traducción. ¿Qué sería preferible? Lo normal es tener ambos tipos de clientes, pero lo ideal, viendo la situación actual del negocio, sería trabajar para clientes directos. En cuanto a las agencias de traducción, como hay tanta competencia, cada día nos aprietan más en los precios, nos exigen más y, como resultado, con ellas exclusivamente es difícil ganarse la vida como traductor autónomo. Trataré de explicarlo a continuación con un ejemplo concreto.
Las agencias de traducción, además de la traducción en sí, también exigen otro tipo de tareas. Con la aparición en los últimos años de tantas y tantas herramientas de tipo CAT, a los traductores ya no nos basta con el antiguo Trados, que era el estándar de la industria. Ahora, hay que aprenderse el nuevo, Trados Studio, y otras aplicaciones similares. Hoy hay docenas de ellas. Las agencias de traducción dan por sentado que sabes utilizar todas y, por ejemplo, a mí me ha pasado el caso de enviarme una traducción con un programa CAT que nunca había utilizado antes. Si dices que ni sabes utilizar ese programa ni tienes una licencia (no vamos a tener licencias de todos estos programas, todos sabemos cuánto cuesta una licencia de este tipo de programas), les da igual, te dicen que te proporcionan una licencia de prueba temporal y que funciona igual que el Trados. Claro, luego cuando te pones a utilizarlo, tras haberle dedicado un tiempo a familiarizarte con él, sucede que ni es exactamente igual que Trados y que muchas veces al ser una licencia de prueba, hay funciones que ni siquiera funcionan correctamente, como por ejemplo el corrector ortográfico. Pero no solo esto, las agencias también están requiriendo que los traductores hagamos el QA de las traducciones y para ello nos hacen instalarnos programas de QA, tipo XBench y otros, para que junto a la traducción, les entreguemos el informe del QA. Esta tarea, por supuesto, lleva bastante tiempo, pues esos informes detectan un sinfín de diferencias entre el texto original y la traducción que hay que comprobar para ver si en cada caso hay o no un error. Lleva tiempo revisar un informe de QA, sobre todo si el documento tiene muchas páginas. Antiguamente te mandaban un documento de 2.500 páginas y sabías que podías terminarlo en un día de trabajo, pero ahora a ese tiempo, hay que añadirle el que dedicas a leer las instrucciones de un determinado proyecto de traducción (documentación que puede llegar a ser muy extensa), luego la instalación y familiarización con el pertinente programa CAT, y finalmente, la revisión del documento con la correspondiente herramienta de QA. Es decir, que al tiempo de traducción tendrás que añadir alguna que otra hora de más haciendo todo esto. Luego respecto a lo que te pagan, en el caso de España, que es el que conozco de primera mano, una agencia de traducción está pagando hoy de media a un traductor experimentado 4 céntimos de euro por palabra origen. Si hacemos cálculos, y si tienes la suerte de que una agencia de traducción te emplee las 8 horas del día y las cuatro semanas del mes (que es mucho decir), al precio que acabo de indicar y haciendo un volumen de 2.500 palabras/día, salen 100 EUR al día, y por los veinte días laborables del mes, da un total mensual de 2.000 EUR. En España un traductor autónomo debe hacer la declaración trimestral de IVA, en la que se paga el 21% de las facturas, se pueden hacer deducciones de IVA, pero en mi caso, y creo que en el de la mayoría, pocas deducciones podemos hacernos. Además, tenemos que pagar la cuota de autónomos a la seguridad social, cuota cuyo mínimo ronda los 265 EUR al mes. Teniendo todo esto en cuenta, si calculas el neto mensual de lo que ganarías, te darás cuenta de que no es más de 1.300 o 1.400 euros. Creo que no es el salario ideal que digamos.
Los clientes directos, en cambio, te pagan mejor, ya que comparado con el precio de una agencia el tuyo les va a resultar aproximadamente el 50%, por lo que normalmente aceptarán tu tarifa habitual y, además, no requerirán el uso de ninguna herramienta CAT ni de efectuar el QA, eso te lo dejan a tu elección o a lo que hayas convenido con ellos, pero el problema es que las empresas no suelen tener necesidades de traducción a diario. Si encuentras un cliente de este tipo y con necesidades diarias de traducción, entonces ese sería el escenario ideal y deberías considerarlo como si hubieras encontrado un tesoro. Cuídalo y haz todo lo que esté en tu mano para preservarlo, pero debes saber que, en cualquier momento, una decisión de la alta dirección puede hacer cambiar la política de traducciones de la empresa y empezar a utilizar otros métodos, lo que se traduciría en volver a empezar de nuevo a buscar clientes directos que te proporcionen traducciones a diario, lo cual no es tarea fácil.
En resumen, el escenario ideal sería encontrar una empresa con la que puedas colaborar a diario y te pague el precio por palabra al que estás habituado a trabajar. Si encuentras empresas que solo te dan trabajo de vez en cuando, tendrás que buscarte otras fuentes de ingresos, como por ejemplo las agencias de traducción, pero con estas, si las utilizas mayoritariamente, como ya he explicado más arriba, te será casi imposible llegar a final de mes. Este es el panorama en el que se ha convertido nuestro negocio para los traductores autónomos. Aparte de la competencia, los precios cada vez más bajos, la adaptación continua a nuevas tecnologías y nuevos requerimientos, si por fin encuentras el tesoro de un buen cliente directo, y aunque allí estén encantados con tu trabajo, reza porque una decisión de la dirección no te deje finalmente en la estacada. Por último, por acabar con algo positivo, solo recordar que por mucho que lo intentan y lo intentan, siguen sin dar con una «máquina» que nos pueda sustituir, así que seguimos de enhorabuena.
Estimado Rubén, muy acertado su artículo ¡esa es la realidad! Y ni que decir lo agotador, física y mentalmente, que resulta nuestro trabajo. Soy de Venezuela y traduzco al español latinoamericano y quedo a sus gratas órdenes.
Aida Pacheco
Rubén, a great read about a pitiful reality! Just FYI: http://www.fairtradetranslation.com is an online service (in alpha, and still free) that is trying to introduce the concept of Fair Trade (fair prices for fair work) to the translation world. They basically analyse a document, DOCX or (SDL)XLIFF and see if they can find good MT for the low fuzzies. The bad MT is left out or tagged. The price calculated is based on the word count for good and bad MT, and it is using the price setting of the translator. The service is trying to implement MT in such a way the translator is still in control of the job he would like to accept. Please check it out and let me know if you think this will help the human translator in his fight against the price pressure.